Siempre estamos hablando de lo genial que es irse de au pair, mas nadie habla de la vida después de ser au pair. En este post hablaremos de la cruda realidad de la vuelta a casa.
En todas las agencias siempre te previenen de la adaptación al país de destino. La adaptación a la familia, a las rutinas, a la comida, al clima, a la casa, al carácter de la gente, etc. Pero lo que nadie te cuenta es que volver a casa es una de las cosas más duras de toda la experiencia.
¿Recuerdas lo duro que fue tomar la decisión de partir tras tu sueño? Dejaste a tu familia, amigos y hogar detrás. Aceptaste que no los verías, abrazarías o sentirías su olor en una temporada porque sabías que lo que ibas a hacer te compensaba mucho más, que tu sed de aventuras era más grande que tu zona de confort. Ya ibas con la predisposición de aceptar la dificultad de la adaptación. Lo que nunca imaginaste fue que el regreso a lo conocido sería igual (o más) complicado que lo anterior.
Atreverse a realizar nuestros sueños ya es un paso para conseguirlos.#AuPairFirst
— Aupair First (@aupairfirst) 28 de noviembre de 2017
La vuelta a casa
Cuando vuelves, te das cuenta de lo mucho que tú has cambiado pues tu reciente experiencia como au pair te ha hecho vivir en una montaña rusa emocional durante una temporada, además de vivir sin preocupaciones. En este tiempo has crecido como persona, te has conocido mejor, has hecho amigos internacionales, has viajado y has echado raíces en un lugar que no es el tuyo. Cuando vuelves a casa, esperas que todo haya evolucionado en este tiempo y que todos tus seres queridos se den cuenta de tu gran cambio.
Pero tu decepción viene cuando te das cuenta de que nada ha cambiado. Todo sigue igual. La misma rutina, las mismas conversaciones, las mismas costumbres que cuando te fuiste. Y esto, querida au pair, esto es lo que hace la vuelta a casa tan dura, que tu mundo y tú habéis cambiado, pero el resto de personas no. Encajar tu nuevo yo a tu vieja vida es, sin duda alguna, una vivencia difícil. Volver a tu antigua habitación que, probablemente, será más pequeña que la que tenías en tu país de destino, vivir de nuevo con tus padres o con compañeros de piso en un apartamento y no en una casa, tener obligaciones y preoucupaciones más allá de ¿qué les cocino hoy a mis host kids? o ¿dónde iré en mi próximo fin de semana libre? va a ser todo un reto. No desesperes, te adaptarás.
Nuestro consejo
Durante tu proceso de readaptación sentirás una inmensa nostalgia por tu vida anterior y todo lo que ella representa.Está bien estar triste unos días, es lo más normal. Sentirse así también es bueno, quiere decir que tu experiencia en el extranjero fue muy gratificante y valió la pena. Nuestro consejo es que aprendas a canalizar esta nostalgia en algo positivo. Sabemos que no es fácil, ¡pero si posible! Se trata de aprovechar todo lo que la experiencia au pair te ha enseñado, bueno y malo, y utilizarlo en el día a día o en los planes de futuro.
Enlaces de interés:
Etapas de adaptación de una au pair
Volver a casa. Síndrome del viajero eterno
Viajar también significa volver, ¿Qué implica volver a casa después de un viaje largo?