¿Se puede ser au pair chico?

Esta es la eterna pregunta que os hacéis muchos chicos que os gustaría poder vivir el sueño que viven muchas de nuestras chicas. La verdad es que no os voy a engañar; el porcentaje de au pairs chico es muy, muy bajo. Sin embargo, eso no es un NO rotundo.

Antes de contaros la historia de nuestro invitado de hoy, quiero poneros en sobre aviso de cómo es el perfil de chico que puede convertirse en au pair y contaros las posibilidades reales que podéis tener en este caso.

Para poder ser au pair chico en EE.UU. (en Irlanda es imposible y en Inglaterra se cumplen los mismos requisitos que en Estados Unidos) tenéis que tener estudios relacionados con el cuidado de niños (o relacionados con la educación en general); tener muchísima experiencia con niños, carné de conducir y un nivel de inglés bastante bueno. Aun así, vuestras posibilidades serán reducidas ya que éstas se estrecharán a familias que seguramente tengan hijos (chicos) en edad escolar y busquen más un hermano mayor que un canguro. Así que la posibilidad la tenéis, aunque os paséis un año esperando a encontrar familia, como Jordi, nuestro au pair que ahora mismo está disfrutando de su tan esperada experiencia en la zona de Washington DC. ¡La espera ha merecido la pena!

Ahora os quiero presentar a Xevi, un padre de familia que fue au pair hace ya muchos años y que nos va a contar qué supuso para él ser au pair y cómo esta experiencia cambió su vida.

Xevi au pair en Princeton

P: Cuéntame ¿cómo fue tu experiencia de au pair?

R: Fue una experiencia fantástica, tenía ganas de pasar un año en el extranjero para poder aprender bien el inglés, estuve pensando donde podía hacerlo y finalmente pensé que pasar un año en los EE.UU., con una cultura muy diferente a la nuestra, podía ser buena idea.

Estuve primero con una familia en New Jersey, pero al mes, la familia consideró que yo no hablaba bien el idioma (motivo por el cual fui a EE.UU.), y pidieron un cambio, yo, lejos de desanimarme y junto con mi coordinadora de zona, buscamos otra familia con un hijo de 10 años y unas gemelas de 8. Con ellos tuve muy buena relación, finalmente fueron dos años los que me quedé en la casa.

Con ellos tuve muy buena relación, incluso hace 6 años, con mi mujer y mis hijas estuvimos en New York y fuimos a visitarlos. Hoy día seguimos manteniendo el contacto, con los padres y con los hijos, que ya están casados

Durante estos dos años aprendí bien el idioma, pero también tuve la oportunidad de hacer grandes amistades y visitar muchos sitios que probablemente como turista no los llegas a visitar.

Algo que cuando decides marchar no tienes ni idea de que vas a vivir, son las fiestas y tradiciones del país desde dentro de una familia.

Visto ahora y después de los años, creo que fue una gran experiencia.

 

P: ¿Te dio miedo el hecho de sentirte un poco apartado por ser un au pair chico?

R: Recuerdo que cuando llegué a la agencia, me dijisteis que nunca habíais enviado a un chico au pair, no sabía cómo podrían reaccionar las que iban a ser mis compañeras, pero la verdad es que en las diferentes reuniones que hacíamos los au pairs, nunca me sentí discriminado por ser chico, yo no tuve problemas con nadie, con lo cual tampoco lo tuvieron conmigo mis compañeras. Es más, con las nuevas tecnologías nos hemos reencontrado con muchas de las diferentes chicas au-pair de todo el mundo y seguimos en contacto.

 

P: ¿Pensaste que quizá no podrías irte por ser un chico?

R: Al principio no me preocupaba excesivamente el hecho de ser un chico, pero sí que me pareció extraño que ningún chico hubiera querido vivir esta experiencia antes. Reconozco que cuando me dijisteis que sería el primero, pensé en la posibilidad de que ninguna familia me eligiera, pero a pesar de ello, hice todos los trámites necesarios y la verdad es que tuve familia al mes.

 

P: ¿Cómo crees que esa experiencia marcó al Xevi que eres hoy en día?

R: El hecho de irme durante dos años, hace que por un lado aprendas el idioma del país (y éste en realidad era mi primer objetivo), lo cual hace que hoy en día me haya abierto muchas puertas tanto en el ámbito laboral como en el ámbito personal y de ocio.

Pero con el tiempo también me he dado cuenta de que me convertí en una persona con una mentalidad más abierta, que tenía otra manera de resolver dudas, de preocuparse por las cosas que realmente son importantes y a enfrentarse a los problemas desde otra perspectiva.

En realidad, esta manera de vivir ha hecho que la haya inculcado a mis hijas y actualmente nuestra hija mayor de 15 años está cursando 4º de la ESO en el estado de Míchigan, y me doy cuenta de que ella, a pesar de su juventud, también tiene una visión más amplia de la vida y estoy muy orgulloso.

Como anécdota, yo me fui el 16 de agosto de 1994 y mi hija partió hacia EE.UU. el 16 de agosto de 2016, 22 años después de marcharme yo por primera vez.

Xevi de visita a Nueva York - Julio de 1995

P: Hay chicos que piensan que el ser au pair es solo un trabajo de chicas, ¿Qué les aconsejarías?

R: Que se dejen de estereotipos, que es una experiencia que vale la pena vivir, que se aprende mucho de la vida, te ayuda a conocerte a ti mismo, y sobre todo le haría una reflexión: Ahora que soy padre, me doy cuenta y tengo muy claro que en la educación, en la enseñanza, en el tiempo libre y en el aprendizaje hay el mismo lugar para hombres y mujeres, y que participar de ella me llena de satisfacción.

Como veis, puede que sea difícil, pero ¡merece la pena! Apuesto a que nunca habíais visto la perspectiva del trabajo de au pair desde este lado.