Cada vez que alguna de nuestras au pairs en el extranjero nos envía material, no cabemos en nosotras mismas de felicidad. Como algunos ya sabéis, en el momento en el que encontráis familia, os metemos en un grupo interno de Whatsapp (y de Facebook también, claro) en el que podéis ir compartiendo anécdotas, dudas, o podéis poneros en contacto para planear vuestro siguiente viaje – como hacen la mayoría de nuestras chicas. Por ello, estamos acostumbradas a ver fotos de nuestras chicas con las familias, los niños o sus amigos.
Sin embargo, hay días que nos llegan historias tan elaboradas y bonitas como la que nos deja hoy Sarah, nuestra au pair de Barcelona que está desde febrero en el condado de Roscommon, Irlanda. Os dejo la historia contada por ella misma, de sus últimos dos viajes. Para todos aquellos que todavía dudan en si Irlanda es el lugar ideal para pasar una experiencia así.
Ahí va:
«Primero de todo me quiero presentar. Me llamo Sarah y actualmente estoy de au pair en Irlanda, en el condado de Roscommon. Me declaro fanática de la lectura, el cine, la historia y del viajar. Deciros que sí, es verdad que en un principio no me llamaba demasiado la atención la idea de irme a Irlanda, ya sabéis, no es un país muy atractivo a la hora de escoger destino para nuestra aventura, ni el más solicitado. Supongo que a todas nos echa para atrás la misma palabra, que en un momento u otro se nos pasa por la cabeza: frío, frío, más frío, un poquito más, verde por supuesto… ah y bueno como no “Posdata: te quiero”, no lo neguéis.
Por eso me gustaría hacer un poco de patria de esta preciosa isla, para que no descartéis la idea tan rápidamente, que todas las que nos encontramos aquí nos ha enamorado, por su pasado, por su historia, por su cultura, por la gente y sobre todo porque los paisajes de ensueño. Muchas au pairs contamos cómo es la vida aquí, los niños, las familias, las costumbres… Me gustaría dejar eso a un lado y enseñaros la otra cara de la moneda, la más atractiva quizás y a la vez la menos mostrada, descubrir poco a poco qué nos puede ofrecer Isla Esmeralda, tierra de leyendas.
Si os ha picado la curiosidad seguid leyendo. Os explicaré todo a cerca de los viajes que he hecho por la isla.
DONEGAL
Suele pasar. Cuando uno decide ir de viaje se abren mil puertas ante todas las posibilidades, quieres visitarlo todo y estar en todos lados al mismo tiempo, y si encima el viaje es en grupo, la cosa se complica. Después de discutir varias posibilidades nos decidimos, por fin, por Donegal. Partimos des del Condado de Roscommon. Subimos a los coches y nos ponemos en marcha. Estamos preparadas, cogemos dirección Sligo, hacia el norte. Mientras cruzamos el condado, son las 8 de la mañana, y los irlandeses ya están en marcha. Después de una hora para salir del condado nos encontramos rodeadas de verde -aún más si fuera posible, pienso- sumergidas en el ambiente sin hablar y contemplando el paisaje que se abría a nuestro alrededor, ponen en la radio Seven Years de Lucas Graham- la canción por excelencia últimamente en los pubs- y así después de un largo viaje llegamos a nuestra primera parada, y el sol por fin sale, bienvenidas a Donegal.
Paramos, hacemos unas cuentas fotos para recordar la llegada, el momento y por supuesto el lugar. Mientras desayunamos en el parking con vistas a la playa, riendo y hablando de la suerte que estamos tiendo con el tiempo de momento, decidimos seguir. Tenemos ganas de llegar a nuestra próxima parada en el viaje, la más esperada.
SLIEVE LEAGUE
«Los acantilados más altos de Europa»
Después de una hora y media más llegamos a Slieve League, los acantilados más altos de Europa. Creo que uno nunca está preparado para ver este tipo de paisajes, quiero decir, sí, vemos fotos y pensamos que qué bonito tiene que ser, pero una vez te encuentras en el lugar, allí donde está tomada justamente la foto, tus ojos encuadran la vista y piensas: esto no es lo de la foto, no puede ser. Es simplemente espectacular.
Respiras hondo, alzas los brazos y gritas tu libertad a los cuatro vientos mientras un entorno salvaje invade todo lo que te rodea.
Slieve League, que en gaélico significa montaña gris. Con una altura cercana a los 600 metros, sus acantilados se erigen imponentes frente a un rabioso Océano Atlántico incapaz de atravesar sus rocosas laderas.
Después de un largo día llegamos al hostal. Diarmaid y su mujer, una pareja mayor de unos 70 años, nos estarán esperando para enseñarnos nuestras habitaciones y nos hacen sentir como en casa. Lo dejamos todo en las habitaciones y vamos al comedor, ya es media tarde. Está apunto de anochecer, y nuestros hosts nos invitan a ir con ellos a una pequeña playa que queda al final de la carretera, en el acantilado. No nos lo pensamos dos veces, queremos ver la puesta de sol.
Después de bajar, lo que parece, una infinidad de escalones llegamos a la playa de Silver Strand, y una vez más, en ese día, me quedo sin palabras.
No puedo describiros cómo era, simplemente es algo que se tiene que ver. Y allí sentada en la orilla rodeada por acantilados, por un cielo teñido de rosa y naranjada, parece como si nada hubiera cambiado en miles de años, como si todo siguiera igual que cuando los celtas se aposentaron en la isla, llenándola de magia, misterio y leyendas, igual que cuando los vikingos y los normandos intentaron invadirla, o como si en cualquier momento viéramos desembarcar al navío de la Armada Invencible Española que cientos de años atrás impactó contra las mismas rocas que ahora veíamos proteger aquella playa. Proteger de todo y de todos, pero sobre todo del paso del tiempo.
Ahora sólo queda la vuelta a casa y disfrutar del camino y de sus paisajes de nuevo.»
¿No os han entrado ganas de marcharos ahora mismo? ¡Porque a mí sí! Si sois au pairs y queréis compartir alguna historia con nosotras, no tenéis más que poneros en contacto.